viernes, 19 de julio de 2013

La psicoterapia y sus Modalidades.


La psicoterapia es un tipo especial de relación interpersonal, entre un paciente y un psicoterapeuta, en la cual un participante como consecuencia de "un mal-estar en el mundo", recurre a otro con la expectativa de lograr un cambio. El otro, respaldado por una formación en teorías y sistemas, una metodología y técnicas específicas, se constituye en un agente activo de un conjunto de transformaciones, que experimentará el paciente a través del tratamiento y, entre ambos, un tipo especial de interacción: la modalidad o relación psicoterapéutica.
El tipo de interacción que se llevará a cabo, su dinámica, encuadre, reglas y operaciones son parte de esta modalidad de relaciones, las que, en términos amplios, agruparemos en cuatro distintas categorías psicoterapéuticas:
  • I. Psicoterapias Clínicas Profundas.
  • II. Psicoterapias Clínicas Sintomáticas.
  • III. Psicoterapias Humanistas.
  • IV. Psicoterapias Sistémicas.
I. Psicoterapias Clínicas Profundas: intentan una reorganización de la estructura de Personalidad, de su dinámica y mecanismos de defensa. Indicadas para diagnósticos severos y/o crónicos; psicosis, cuadros limítrofes, neurosis de carácter. Entre ellas se encuentran: el Psicoanálisis, psicoterapias de orientación analítica (lacanianas, Mahler, Spitz, kleiniana, etc.), Psicoanálisis directo, Psicoterapia bioanalítica; Psicoterapia expresiva (0. Kemberg), análisis existencia], psicoterapia del Yo, y otras.
 
La mayoría de las intervenciones profundas se sustentan en alguna medida en principios psicoanalíticos, variando según el énfasis teórico: Lacan (lingüístico), Klein (relaciones objetases), Mahler (desamparo originario): o encuadre terapéutico: tiempo, frecuencia, duración. Basadas en el pensamiento de Sigmund Freud, su creador, quien observó que el paciente, entregado a su libre asociación, llegaba a expresar acontecimientos traumáticos antiguos, aparentemente olvidados; que los sueños expresaban simbólicamente los deseos y temores inconscientes, cuyo sentido se oculta tras una apariencia incomprensible, pero posible de descubrir a través de asociaciones e interpretaciones; y que el paciente experimenta, a lo largo de él, deseos y sentimientos semejantes a los experimentados en la infancia respecto a las figuras parentales, el paciente va tomando conciencia de contenidos inconscientes, desarrollando su Yo, manejando su angustia, definiendo una identidad y organizando su juicio de realidad, modificando los aspectos más profundos de su personalidad.
 
Cuando una intervención de esta naturaleza, basada en los principios del psicoanálisis, pero de menor duración y fundamentalmente dirigida a problemas concretos, y/o se introducen variaciones importantes en el modo en llevar a cabo el proceso terapéutico, o en el encuadre (diván, frecuencia de las sesiones, duración del proceso), se habla de Psicoterapia de Orientación Analítica.
 
II. Psicoterapias Clínicas Sintomáticas: Son aquellas que tienen como objetivo primordial la atenuación o supresión de la ansiedad y otros síntomas clínicos, como modo de favorecer un retorno a la situación de homeostasis, previa a la aparición del síntoma o crisis sintomático. Su estrategia básica consiste en establecer un vínculo terapéutico reasegurador y protector, que permite la implementación de técnicas supresores del síntoma: desensibilización, imaginaría, hipnosis, sugestión, programas de reforzamiento y otras. Sugerida en: Neurosis sintomáticas, síntomas asociados a cuadros orgánicos, cuadros psicosomáticos, adicciones.
 
La intervención fundamental es de tipo sugestivo y/o directivo. Entre las psicoterapias clínicas sintomáticas se encuentran:
 
  • Terapias Conductuales: Adscritas a un modelo científico de la conducta humana y al uso de la metodología científico-experimental, ha dado origen a distintos enfoques de terapia conductual: Condicionamiento operante (Skinner), Condicionamiento clásico (Pavlov), Desensibilización sistemática (Wolpe), Modificación cognitivo-conductual, Terapia multimodal (Lazarus), Aprendizaje social (Bandura).
 
  • Terapias de Cambio: Centradas en la localización de un síntoma, desarrollan técnicas breves de intervención, con la finalidad de suprimir la manifestación patológica. Existen distintas modalidades: según las bases teórico-prácticas, las técnicas utilizadas o los síntomas que puede erradicar.
 
  • Terapia breve o ericksoniana. Terapia racional emotiva (Ellis), Neurolingüista (Grinder-Bandler). Terapia sexual.
III.- Psicoterapias Humanistas. Corresponden a alternativas de tratamientos psicológicos, que coexisten dentro o fuera de¡ ámbito clínico. Organizadas en tomo a un marco conceptual, generalmente, de un psicoterapeuta prestigioso, se delinean las bases para intervenir en pro de un cambio, a veces sintomático y, otras, en algún aspecto parcial de la personalidad de paciente. Se funda en teorías filosóficas humanistas, que se orientan a concepciones valóricas trascendentes: libertad, autorrealización, responsabilidad, sentido vital, espiritualidad, entre otros.
 
Se sugiere en Neurosis de carácter (no severa), Sintomáticas, Trastornos de desarrollo, Crisis vitales o Desarrollo transpersonal. Las más conocidas son: Terapia gestáltica (F. Peris), Terapia rogeriana (C. Rogers), Análisis transaccional (E. Berne), Logoterapia (V. Frankl),Terapias bioenergéticas (A. Lowen).
 
IV. Psicoterapias Sistémicas: De reciente aparición, enfatizan los aspectos contextuales y situacionales, y los patrones de relación que se encuentran. Concibiendo al paciente, la pareja o familia como un sistema, pretende intervenir en las reglas de operabilidad de] sistema, para inducir un cambio que elimine los factores perturbantes. Sugerida en conflictos familiares, dificultades de adaptación, crisis de pareja.
Sus modalidades son:
  • Terapia Familiar: la familia como sistema.
  • Terapia Interaccional: comportamientos referidos a interacciones críticas.
  • Terapia Comunicacional: se centra en los modos específicos de comunicación.
  • Terapias Sistémicas: actúan sobre aspectos propios de un sistema (entropía, homeostasis, cambio, creatividad, etc.).
MODALIDADES PSICOTERAPEUTICAS
I. CLINICAS PROFUNDAS
III. HUMANISTAS
 
  • Psicoanálisis
  • Psicoterapia de orientación Analítica
  • Psicoanálisis directo
  • Psicoterapia bioanalítica
  • Análisis existencias
 
 
  • Gestáltica
  • Bioenergética
  • Análisis transaccional
  • Rogeriana:    no directa
  •                      reflectiva
  •                      experiencial
  • Logoterapia
II. CLINICAS SINTOMATICAS
IV. SISTEMICAS
 
  • Conductual
  • Análisis conductual
  • Enfoque neoconductista
  • Modificación cognitivo conductual
  • Multimodal de Lazarus
  • Aprendizaje social
  • De cambio
  • Neurolingüistas
  • Terapia sexual
  • Racional emotiva
  • Tratamiento individual

Este tipo de terapia es el más frecuente y forma, todavía, la espina dorsal en la mayoría de los tratamientos clínicos.
Consiste en una relación interpersonal, entre una persona, terapeuta entrenado en el manejo de problemas psicológicos, y un consultante (“paciente” o “cliente”), que acude a ayuda debido a que experimenta algún problema en su ajuste emocional, conductual o interpersonal, y ha ingresado a la relación con el fin de resolver su problema.

  • Terapia de grupo

Es importante señalar que la intervención clínica se puede llevar a cabo también con grupos de consultantes. Este tipo de intervención se practica en una variedad muy extensa de estilos y técnicas; existen grupos analíticos, grupos centrados en el cliente, grupos de análisis transaccional, grupos de encuentro, grupos gestalt, grupos de aprendizaje social, etc.

El terapeuta de grupo parte de la suposición de que los clientes, tarde o temprano durante las sesiones de grupo, serán “ellos mismos” y manifestarán sus conductas interpersonales desadaptativas. Una vez que esto haya sucedido, los demás integrantes del grupo podrán proporcionar alguna retroalimentación correctiva relacionada, y de esta manera, instigar el aprendizaje de estilos interpersonales nuevos y más efectivos. La terapia de grupo fortalece y apoya la conducta positiva.
Un elemento muy importante de la información y retroalimentación del grupo es su carácter de consenso, pues es muy difícil descartar o minimizar las opiniones semejantes de ocho o diez observadores.

También, los grupos dramatizan el hecho de que todas las personas luchan con determinados problemas en su vida. Una de las lecciones más valiosas que aprenden los integrantes de un grupo es que no se encuentran solos en su miseria o temores o en su decepción. “todos tenemos problemas y muchos de ellos son muy parecidos a los nuestros”.
Muchos terapeutas de grupo consideran este tipo de terapia como una “reencarnación” de las familias primarias del paciente. De esta manera, la recapitulación de la familia se establece como contraparte de la terapia de la relación de transferencia que pertenece a la teoría de la terapia psicodinámica individual.

Es conveniente señalar que la cohesión del grupo es otro elemento muy importante en esta terapia debido a sus características como factor curativo. Cuando más poderosa es la cohesión del grupo, es más probable que cada integrante esté de acuerdo con el juicio del grupo. Los integrantes del grupo, a su vez, se esforzarán por cambiar.

  • Terapia conyugal

La discordia familiar y conyugal se han convertido en dos de los problemas más comunes que enfrenta actualmente el psicólogo clínico. En la terapia conyugal, el “cliente” es el matrimonio, la pareja casada. (Aunque el libro no lo señala, es importante apuntar que a la terapia conyugal también puede asistir la pareja NO CASADA. Apunto lo anterior como un señalamiento del carácter moral que tiene el texto de Bernstein).

La terapia conyugal no equivale a dos psicoterapias por el precio de una. En la terapia conyugal el clínico se centra en una relación perturbada. Por lo general, la necesidad de una terapia conyugal se deriva de que las expectativas y necesidades de la pareja entran en conflicto. Si se buscara un tema común entre los terapeutas conyugales, sería el acento que ponen sobre la importancia de la solución de problemas. Una pieza central en esta búsqueda es enseñar a la pareja a comunicarse de manera más efectiva. Mejorar la comunicación es un ingrediente básico en todas las terapias conyugales.

  • Terapia familiar

La terapia familiar se distingue de la terapia conyugal en que por lo general comienza por centrarse sobre los problemas de uno de los integrantes de la familia, en lugar de tratar todo el sistema familiar.

La terapia familiar puede comenzar con un enfoque sobre el integrante sintomático y luego, lo más pronto posible, el terapeuta intentará otorgarle otro marco al problema, en términos de procesos familiares perturbados, o comunicación familiar deficiente. Como en el caso de la terapia conyugal, la nota más común de la terapia familiar es mejorar la comunicación entre los integrantes del grupo familiar.

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