La psicoterapia cuenta con muchos métodos diferentes. Generalmente, los psicólogos aprovechan uno o más métodos. Cada perspectiva teórica actúa como hoja de ruta para que el psicólogo pueda comprender a sus clientes y sus problemas y crear soluciones.
El tipo de tratamiento que recibirá depende de una gran variedad de factores: investigaciones psicológicas actuales, la orientación teórica del psicólogo y lo que sea más adecuado a su situación.
La perspectiva teórica del psicólogo influirá en lo que ocurra en su consulta. Por ejemplo, los psicólogos que recurren a la terapia cognitivo-conductual tienen un método práctico con respecto al tratamiento. El psicólogo podría pedirle que realice ciertas tareas concebidas para ayudarle a crear destrezas más efectivas para enfrentar los problemas. A menudo, este método consiste en asignaciones para hacer en casa. Además, el psicólogo podría pedirle que recopile más información, como anotar sus reacciones ante una situación en particular, a medida que vayan ocurriendo. O tal vez que ponga en práctica nuevas destrezas entre una sesión y otra, como pedirle a una persona que tiene fobia a los ascensores que intente apretar los botones de un ascensor. También podría señalarle determinadas lecturas para que tenga más conocimiento de un tema en particular.
Por el contrario, los métodos psicoanalítico y humanista se concentran generalmente en el diálogo más que en la acción. Las sesiones podrían dedicarse a analizar sus experiencias en etapas previas de su vida, para que usted y el psicólogo puedan comprender mejor las causas que originan sus problemas actuales.
El psicólogo puede combinar elementos de varios estilos de psicoterapia. De hecho, la mayoría de los terapeutas no se circunscriben a un método específico, sino que, por el contrario, combinan elementos de métodos diferentes y adaptan el tratamiento de acuerdo a las necesidades de cada cliente. Lo principal es saber si el psicólogo tiene conocimientos en el área en la que usted necesita ayuda y si el psicólogo cree que puede ayudarle.
En primer lugar daremos cabida al Psicoanálisis ya que se considera el primer sistema estructurado de psicoterapia. El iniciador de esta tendencia es
Sigmund Freud, que dividió la actividad mental en consciente e inconsciente, y que en esencia es la base de las teorías psicoanalíticas, tomando como consciente al contenido al que somos capaces de acceder de manera intencionada y el inconsciente formado por todo aquello que hemos reprimido, inhibido, no asumido, o no podemos acceder de manera voluntaria. Para los teóricos psicoanalistas es relevante la parte inconsciente y sus técnicas se derivan de la liberación de éste, así conceden especial importancia a los sueños. Freud dividió la psique en
Yo: representado por la razón, el sentido común y la realidad, el
Ello que representa el inconsciente, el
Superyo formado por la interiorización o introyección de las figuras de los padres.
Además formuló la teoría de la libido, o energía sexual reprimida en la cual diferenció cuatro etapas, según la zona erógena en la que tenga lugar: oral, anal, fálica y genital. Partiendo de esto, las técnicas que Freud empleó en el tratamiento de los pacientes son aquellas liberadoras de lo que hemos reprimido en el inconsciente y son la
asociación libre, que consiste en dejar al paciente la total libertad de expresión, y que al darle plena libertad de que relate lo que él quiera y deje salir el contenido inconsciente, la
interpretación y la
transferencia, mediante la cual el paciente transfiere al analista sus ideas, sentimientos, deseos y actitudes, y también la interpretación de los sueños, puesto que estos provienen del inconsciente.
En un principio Freud tuvo varios seguidores pero más tarde se fueron desligando de él debido a ciertas discrepancias, entre estos destacamos a
Carl Jung para el cual en el inconsciente, además de contenido personal distingue también un contenido de carácter colectivo, llamado
inconsciente colectivo formado por conjuntos mitológicos, motivos e imágenes que siempre han estado ahí y en cualquier momento pueden volver a producirse, aquí se encuentran los arquetipos o modelos primordiales de carácter arcaico, algunos de ellos son la Sombra, el Ánima, el Ánimus, el Tesoro y el Mandala. Además dividió a los individuos en un sistema caracterológico de tres dimensiones cada una de las cuales se dividen en dos polos: extraversión-introversión, sensación-intuición y pensamiento-sentimiento, si estas se combinan dan lugar así a los tipos psicológicos. Debido a la limitación espacial del documento, los demás teóricos psicoanalistas y sus aportaciones serán citados brevemente:
- Alfred Adler acuñó el complejo de inferioridad y dio especial importancia al la atmósfera familiar en la que se desarrolla el individuo.
- Eric Fromm, deriva los problemas psicológicos a la conexión entre individuo y mundo, y a la incapacidad de amar y de ser productivo.
- Karen Horney propone que las condiciones específicas de la cultura en la que vivimos también son significativas.
- Harry S. Sullivan trabaja en el ambiente doméstico y en las perturbaciones o frustraciones derivadas de éste.
- Melanie Klein fue la primera en aplicar el psicoanálisis a niños
- Erik Erikson da importancia al desarrollo del yo como garantía de estabilidad psíquica y postula las edades del hombre.
- J. Lacan, en cuyo psicoanálisis estructuralista retomó las ideas de Freud y dio especial importancia al lenguaje ya que según el autor el inconsciente está estructurado como un lenguaje.
- Otras figuras relevantes: D.W. Winnicott, Fairbairn, Anna Freud, John Bowlby y N. Ackerman entre otros.
En segundo lugar abordaremos la segunda fuerza en Psicología, de la que derivan las terapias conductistas y también las cognitivistas, éstas serán tratadas dentro de un mismo apartado debido al auge que está teniendo su aportación conjunta. Las terapias conductuales son conocidas también como modificación de conducta, nacen como consecuencia del desarrollo de la psicología del aprendizaje, y parten de que la conducta tanto adaptada como inadaptada es aprendida y que por lo tanto se rige por las mismas leyes que el aprendizaje. Toman para sus explicaciones las aportaciones del condicionamiento clásico, el condicionamiento operante, y el aprendizaje por modelado. Son partidarios de la aproximación experimental y parten de que el terapeuta es un agente directivo y con control. Ponen todo el énfasis en la conducta y tratan de identificarla y definirla, así como identificar las condiciones bajo las que se da. Y también en las técnicas para modificarla, o eliminarla. Algunas de las principales son
Desensibilización Sistemática de
Wolpe, que se basa en el principio de
inhibición recíproca, según el cual, dos conductas incompatibles no pueden darse a la vez, así si se da la relajación es imposible que se produzca ansiedad, entonces según las leyes del condicionamiento clásico, tratan de asociar los estímulos o situaciones ansiógenas con respuestas de relajación. En sí la
Relajación progresiva de
Jacobson o la de
Schultz son consideradas como técnicas conductuales.
Con esta misma óptica pero modificando las técnicas encontramos también la
Inundación e
Implosión que se basan el los principios de sensibilización y habituación, en las cuales la exposición repetida a estímulos ansiógenos durante un periodo amplio de tiempo hará que esos estímulos pierdan la capacidad de provocar ansiedad. Otras técnicas de gran aceptación son aquellas basadas en los principios del condicionamiento operante, según la cual la conducta o respuesta que dan los sujetos está determinada por las consecuencias que la siguen, esto es de si se verá reforzada positiva o negativamente. Los conceptos de refuerzo y castigo son esenciales para llevarlas a la práctica.
Destacamos aquí el
Condicionamiento encubierto de
Cautela, y las
terapias aversivas. Además también usan técnicas de aprendizaje por
modelado, o por imitación de un modelo propuesta por
Bandura y las técnicas de
Biofeedback. Dentro de las técnicas cognitivo-conductuales destacamos las de
Meichenbaum sobre la
Inoculación del Estrés y el
Tratamiento de trastorno por estrés postraumático que son una combinación de las dos. Y dentro de la orientación más cognitiva, en la cual prima las cogniciones, esto es, ideas, creencias, imágenes, atribuciones, expectativas ya que éstas determinarán o modificarán las conductas o respuestas de los sujetos, destacamos la
Terapia racional-emotiva de
Ellis y la
Reestructuración cognitiva de
Beck, aunque la primera es más restrictiva y más directiva, las dos tienen en común que en lo primero que hay que incidir es en las creencias irracionales o distorsiones cognitivas que tienen los pacientes, ya que no son las situaciones, las personas o los estímulos los que provocan la aparición de ciertas conductas, sino la interpretación cognitiva que se hace de ellos y la emisión de una conducta estará determinada por estas cogniciones. Durante la técnica se establece un dialogo con el paciente, para tratar de modificar sus creencias irracionales.
La tercera orientación, humanismo - existencialismo, es la también denominada como la tercera fuerza de la Psicología, que nace en la década de los sesenta, como descontento con las otras dos, su punto de partida está en la filosofía humanista, en ver al ser humano superior a la suma de sus partes, en priorizar la búsqueda de sentido de la vida, ver al sujeto como un ser autónomo, responsable de su desarrollo, que tiende a la autorrealización y la forma de terapia es no directiva sino de sacar las propias cualidades que todos llevamos dentro. Dentro de este enfoque destacan Abraham Maslow y la
Psicología del ser, el autor no se centra en lo patológico de las personas sino en lo extraordinario que podemos llegar a ser. Quizás la figura más representante dentro del enfoque humanista sea
Carl Rogers, su terapia es no directiva y centrada en la persona, el cliente, mostrándole confianza, consideración incondicional, empatía y autenticidad con las propias emociones, dándole importancia al presente y a la relación terapéutica como experiencia de crecimiento personal en sí misma. Otra de las terapias humanistas que goza de una amplia aceptación en la actualidad es la Psicoterapia de la Gestalt, creada por
Frizt Perls. El autor considera que el individuo es una totalidad en sí mismo, y no la mera suma de sus partes (cuerpo, mente, emociones, conducta…) y pone un especial énfasis en el aquí y el ahora. La terapia se realiza en momento presente. Un punto importante es facilitar al sujeto el darse cuenta, promover la conciencia sobre uno mismo, sobre las propias emociones y sentimientos, y sobre el medio en que se dan. Es importante ayudar a las personas a hacerse responsables de su conducta –pensamientos, sentimientos y acciones-, aunque ésta sea negativa. Según el autor las personas no pueden estar completas hasta que superan los distintos tipos de bloqueos:
Retroflexión (algo que en principio estaba dirigido hacia el mundo cambia y se dirige a la persona),
Desensibilización (pérdida de la capacidad de experimentar lo sensorial),
Introyección (lo que hemos recibido del mundo e interiorizado como si fuese nuestro).
Proyección (atribuir a otros lo que es nuestro). A la hora de llevar a cabo la terapia usan técnicas como
la silla vacía, el análisis de sueños y a los grupos de encuentro. Encontramos también dentro de esta corriente, la llamada Logoterapia de
Victor Frankl, este autor, después de su experiencia en un campo de concentración nazi, realiza una profunda reflexión acerca del sentido de la vida. Así el concepto básico de su terapia es la pérdida de sentido en la vida o vacío existencial, lo cual da lugar a las neurosis noógenas. El terapeuta tiene como labor ayudar al paciente a encontrar el sentido de su vida mediante el cuestionamiento, la atención adecuada a los síntomas o la biblioterapia entre otras. Otra de las psicoterapias enmarcadas en este enfoque es la Bioenergética de
Alexander Lowen. Esta terapia se centra en aspectos corporales y trata de superar los bloqueos energéticos localizados en el cuerpo, partiendo de más que tener un cuerpo somos un cuerpo y los conflictos o las experiencias pueden ser localizados en el cuerpo, para ello usa técnicas de contacto con el propio cuerpo como la respiración, técnicas posturales, expresión vocal o técnicas de percepción del propio cuerpo entre otras. Aunque con una teoría de carácter psicoanalítico
Eric Berne y su Análisis Transaccional también se sitúa dentro de este enfoque debido a su concepción del ser humano y la manera de enfocar la terapia.
El autor distingue tres
estados del yo: Padre o Extereopsique (interiorización de los figuras parentales), Adulto o neopsique (captación objetiva de la realidad en el momento presente) y Niño o arqueopsique (deseos y sentimientos de origen infantil). Estos tres estados interactúan entre sí, y las patologías se dan cuando uno excluye a otro o lo contamina. La
transacción se da cuando una persona se comunica de un estado del yo al otro, y el problema se produce cuando no se habla desde el mismo estado del yo de un interlocutor a otro. Cuando esto sucede siempre de la misma manera da lugar a los
juegos.
Un punto importante en esta terapia es el guión de vida que se elabora en la infancia según la presión parental. Y la terapia trata de ayudar al sujeto a potenciar la posición existencial de él y de él con respecto a otras personas. La terapia comienza con el establecimiento de un contrato entre terapeuta y paciente y en ella se trata de intervenir para aclarar y reforzar los límites de los estados del yo mediante preguntas interrogativas, especificaciones, explicaciones, confrontación entre los estados, interpretación… etc. El último de los autores humanistas que trataremos es
Jacob Moreno, que introdujo el Psicodrama y la psicoterapia de grupo, en el cual se da lugar la representación de roles de aspectos dramáticos en la vida del individuo con el fin de liberarlos. El autor propone que se haga en un contexto de espontaneidad y creatividad y usa como instrumentos el escenario, el sujeto, el director, los yoes auxiliares y el auditorio a quién se representa. Las sesiones constan de tres partes, primero se preparan y se eligen los personajes, después se pasa a la acción y por último se da una con división o vuelta al grupo y discusión.
La terapia psicodinámica
La terapia psicodinámica o terapia psicoanalítica, es una de las más antiguas teorías de la psicología, como explica PsychCentral.com. La creencia fundamental de esta teoría es que no importa la edad de la persona, los problemas que experimente se basan en sus experiencias de la infancia. Los psicólogos modernos, a menos que se hayan formado como psicoanalistas, no se suscriben a esta teoría en su totalidad. En cambio, un terapeuta puede examinar el historial del paciente y extraer ciertos eventos que pueden estar influyendo en los temas de actualidad. La mayoría de los psicólogos están de acuerdo en que gran parte del comportamiento actual del paciente y pensamientos tienen algo que ver con la crianza y educación de los hijos técnicas experimentado crecimiento. Los verdaderos terapeutas psicodinámicos examinar el inconsciente de un paciente e interpretar los pensamientos externos, comportamientos y expresiones relacionadas con una etapa del desarrollo de la infancia. Esto significa que un adulto atrapado en una etapa de desarrollo, tal como la "etapa anal", puede exhibir comportamientos que parecen rígidos y pueden no estar dispuestos a expresar pensamientos o sentimientos.
Terapia cognitiva-conductual
El fundamento de la teoría cognitivo-conductual (TCC por sus siglas en inglés) es un método en el que los patrones cognitivos (patrones de pensamiento) que un paciente ha aprendido, afectan a su comportamiento externo. PsychCentral.com explica que los conductistas cognitivos, normalmente aceptan que el aprendizaje social en la infancia juega un papel importante en el desarrollo. Lo que un niño aprende a temprana edad mediante la observación del mundo que le rodea puede afectar su comportamiento y pensamientos para el resto de su vida sin esfuerzo, así como la terapia genera el cambio.
Terapia humanista
La terapia humanista se centra en el presente y en el bienestar interno de los seres humanos. Como señala AllPsych.com, el enfoque humanista ayuda a los pacientes a adquirir conciencia de sí mismos y el trabajo en la auto-mejora. Independientemente de los pensamientos negativos de una persona o comportamientos, todavía se percibe como algo inherentemente bueno y valioso. Los pacientes deben tomar la responsabilidad de conductas y pensamientos. Esto significa darse cuenta de que todo el mundo tiene la opción de hacer lo que está bien o lo que está mal. Las influencias ambientales no tienen nada que ver con esas decisiones, sino que el individuo tiene sus propias razones para tomar tales decisiones. Los humanistas aceptan que los seres humanos luchan por la búsqueda de significado y que este proceso en curso es importante para la existencia.
Terapia ecléctica
La terapia ecléctica es a veces la raíz de la controversia. Algunos psicólogos sostienen que el eclecticismo significa no tener ninguna teoría a seguir, dejando al psicólogo guiar a un paciente a ciegas. Los partidarios de este método argumentan que permite a los pacientes un tratamiento más eficaz porque el psicólogo no está limitado en herramientas y ejercicios. Los terapeutas eclécticos usan numerosas teorías que han estudiado intensamente, incluyendo algunas de las otras formas principales de tratamiento. Dependiendo del cliente, el terapeuta puede seleccionar diferentes enfoques, uno o muchos para hacer frente a una situación.